Carlos Bañuelos, nuevo presidente de Aproser
La Asociación Profesional de Compañías Privadas de Servicios de Seguridad (Aproser) ha nombrado presidente a Carlos Bañuelos Fernández, quien, hasta ahora desempeñaba el cargo de vicepresidente de la Asociación, informó hoy la compañía.
Carlos Bañuelos es consejero delegado de Securitas Seguridad España desde 2005. Asimismo, es el representante español en el comité directivo europeo de Securitas y miembro del comité de vigilancia de la Confederación Europea de Servicios de Seguridad (CoESS).
La trayectoria profesional del nuevo presidente de Aproser ha estado siempre ligada al sector de la seguridad privada, donde ocupó distintos cargos, entre los que cabe destacar el de director de la Zona Centro de Securitas.
Carlos Bañuelos es diplomado en Gestión y Dirección de Empresas y Master en Marketing y Dirección Comercial por Icade.
Aproser engloba a las principales empresas de seguridad privada en España y representa en torno al 80 % de la facturación total del sector.
Fuente:europapress.
miércoles, 9 de julio de 2008
miércoles, 2 de julio de 2008
Los vigilantes de seguridad reclaman realizar más servicios armados
USO propone recuperar la condición de agentes de la autoridad
La Federación de Trabajadores de Seguridad Privada de USO reclamará al Ministerio del Interior cambios legales que les permitan utilizar más el arma y recuperar su condición de agentes de la autoridad. Así se recoge en las conclusiones del III Congreso celebrado en Valencia por esta federación, que tiene 1.350 afiliados y 100 delegados en la Comunitat Valenciana.
Entre sus numerosas propuestas, USO ha incluido la mejora de sus defensas personales, conscientes, aseguran, del fuerte aumento de agresiones que vienen padeciendo. En este sentido, piden que se elabore y se amplíe el listado de servicios que deben prestarse con arma de fuego, entre ellos todos los que se realicen en entidades financieras o los servicios de "acuda" cuando tengan que entrar en las empresas o los domicilios donde salte la alarma.
Los vigilantes piden, así mismo, que sus defensas (porras) puedan alargarse hasta los 60 centímetros, que se autoricen las defensas extensibles y que se les permita usar espráis.
Contra el intrusismo
Otra de sus propuestas estrellas, ampliamente debatida en el congreso, es la de recuperar la condición de agentes de la autoridad. Ello redundaría, dicen, en su propio beneficio, pues se evitarían agresiones, y de los ciudadanos a los que tienen que proteger. De paso, proponen que se cambie el nombre de vigilante de seguridad por el de agente de seguridad privada, en consonancia con la normativa europea recientemente aprobada.
Un último aspecto en el que USO ha puesto especial acento es en la lucha contra el intrusismo, un problema que según sus propias estimaciones afecta al 30% de los diez mil vigilantes que hay en la Comunitat Valenciana. Para ello proponen que se cree un único uniforme en todo el sector, con independencia de los servicios que presten; y que se sancione muy severamente a las empresas, a los jefes de seguridad e incluso a los clientes que admitan a personas sin la formación adecuada.
Respecto a esto último, el sindicato propone que se amplíe el título de vigilante de seguridad y se considere título oficial, así como que se mejore la formación general de los vigilantes y se incluya una prueba psicotécnica eliminatoria en las pruebas de acceso.
Para los inmigrantes, su propuesta es que las cosas sigan como hasta ahora, es decir, que sólo puedan entrar los nacionalizados.
Fuente: Noticias del LEVANTE.
La Federación de Trabajadores de Seguridad Privada de USO reclamará al Ministerio del Interior cambios legales que les permitan utilizar más el arma y recuperar su condición de agentes de la autoridad. Así se recoge en las conclusiones del III Congreso celebrado en Valencia por esta federación, que tiene 1.350 afiliados y 100 delegados en la Comunitat Valenciana.
Entre sus numerosas propuestas, USO ha incluido la mejora de sus defensas personales, conscientes, aseguran, del fuerte aumento de agresiones que vienen padeciendo. En este sentido, piden que se elabore y se amplíe el listado de servicios que deben prestarse con arma de fuego, entre ellos todos los que se realicen en entidades financieras o los servicios de "acuda" cuando tengan que entrar en las empresas o los domicilios donde salte la alarma.
Los vigilantes piden, así mismo, que sus defensas (porras) puedan alargarse hasta los 60 centímetros, que se autoricen las defensas extensibles y que se les permita usar espráis.
Contra el intrusismo
Otra de sus propuestas estrellas, ampliamente debatida en el congreso, es la de recuperar la condición de agentes de la autoridad. Ello redundaría, dicen, en su propio beneficio, pues se evitarían agresiones, y de los ciudadanos a los que tienen que proteger. De paso, proponen que se cambie el nombre de vigilante de seguridad por el de agente de seguridad privada, en consonancia con la normativa europea recientemente aprobada.
Un último aspecto en el que USO ha puesto especial acento es en la lucha contra el intrusismo, un problema que según sus propias estimaciones afecta al 30% de los diez mil vigilantes que hay en la Comunitat Valenciana. Para ello proponen que se cree un único uniforme en todo el sector, con independencia de los servicios que presten; y que se sancione muy severamente a las empresas, a los jefes de seguridad e incluso a los clientes que admitan a personas sin la formación adecuada.
Respecto a esto último, el sindicato propone que se amplíe el título de vigilante de seguridad y se considere título oficial, así como que se mejore la formación general de los vigilantes y se incluya una prueba psicotécnica eliminatoria en las pruebas de acceso.
Para los inmigrantes, su propuesta es que las cosas sigan como hasta ahora, es decir, que sólo puedan entrar los nacionalizados.
Fuente: Noticias del LEVANTE.
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